El pueblo de los Pirineos que se intentó independizar por error y ser un país entre España y Francia: estuvo a punto de ser una segunda Andorra

Este pueblo francés, que está junto a Candanchú, fue listado erróneamente como república por un error humano y casi acaba siendo un país como tal

Goust fue una república... que realmente nunca fue

Goust fue una república... que realmente nunca fue

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

A lo largo de la historia, han existido pequeños territorios que, por aislamiento o circunstancias únicas, han intentado o fingido ser países independientes. Algunos fueron reales, como el Coto Mixto, una curiosa franja de tierra entre Galicia y Portugal que hasta el siglo XIX funcionó como territorio neutral, con su propia justicia y sin impuestos. 

Otros, en cambio, surgieron de malentendidos o mitos que crecieron hasta parecer realidad. Este es el caso de Goust, una aldea perdida en los Pirineos franceses que, durante más de un siglo, fue considerada por muchos como un estado independiente en pleno corazón de Europa.

Goust está situado en una zona idílica de los Pirineos

Goust está situado en una zona idílica de los Pirineos

GOUST, UN PUEBLO CON SOLO 100 HABITANTES... QUE CASI ACABA SIENDO UN PAÍS

Situado a casi 1.000 metros de altitud, en los Pirineos Atlánticos, Goust es un pequeño pueblo de apenas 100 habitantes, perteneciente a la comuna de Laruns, cerca del balneario de Les Eaux-Chaudes. Rodeado de montañas y difícil acceso, este rincón del suroeste francés ha vivido durante años entre el mito y la realidad.

En el siglo XIX, Goust comienza a recibir visitantes atraídos por las aguas termales cercanas. Los burgueses de la época, fascinados por el paisaje, el aislamiento y las costumbres locales —incluido un curioso consejo de ancianos que tomaba decisiones para la comunidad— empezaron a referirse al pueblo como una “república” perdida. El hecho de que sus habitantes fueran longevos y mantuvieran una vida sencilla reforzó la imagen de un lugar apartado del mundo, casi mágico.

Goust es un pueblo minúsculo, con apenas 100 habitantes

Goust es un pueblo minúsculo, con apenas 100 habitantes

Años después, medios internacionales y libros de viajes alimentaron la leyenda, hasta llegar a afirmar que Goust era una nación reconocida tanto por Francia como por España. Incluso en Estados Unidos, el best-seller A Handy Book of Curious Information de William S. Walsh, publicado en 1913, describía a Goust como un estado soberano.

Se llegó a afirmar que el pueblo de Goust era una nación reconocida tanto por España como por Francia

LA REALIDAD SOBRE GOUST: NUNCA LLEGÓ A SER REALMENTE UN PAÍS

¿Pero qué hay de cierto en todo esto? La realidad es que Goust nunca fue un país independiente. La leyenda parece haberse originado a partir de un comentario irónico del político Joseph Lainé, ministro del Interior de Francia a principios del siglo XIX. Según se cuenta, Lainé habría dicho en tono figurado que Goust era “una república”, y sus palabras fueron tomadas al pie de la letra.

Desde entonces, la historia se fue repitiendo, transformando la ironía en afirmación. La Wikipedia en español, y muchos otros artículos y blogs, todavía hoy perpetúan la idea de que Goust fue en algún momento una micronación. Pero los documentos oficiales son claros: los habitantes de Goust pagan impuestos en Francia, siempre han estado administrativamente bajo control francés y no existe registro alguno de su supuesta independencia.

Pese a que todo nace de un malentendido, lo cierto es que Goust aspiró a ser lo que hoy representa Andorra: un pequeño país entre dos grandes naciones, con autogobierno, ventajas fiscales y una identidad única. La comparación con el Principado pirenaico no es casual. Andorra logró mantener su estatus a lo largo de los siglos gracias a pactos políticos y una posición estratégica. En cambio, Goust no pasó de ser un sueño romántico, alimentado por visitantes idealistas y cronistas de viajes que buscaban lugares exóticos dentro de Europa.

Hoy en día, Goust aprovecha esa leyenda para atraer turismo rural. Su historia de “república olvidada” se convierte en un gancho perfecto para curiosos, historiadores aficionados y viajeros que buscan algo diferente en los Pirineos. El paisaje, la tranquilidad y la tradición siguen siendo los grandes atractivos de este enclave, más allá de sus mitos.

Goust está situado en una zona perfecta para el senderismo

Goust está situado en una zona perfecta para el senderismo

A pesar de que las autoridades francesas desmintieron hace tiempo cualquier estatus especial para Goust, la confusión persiste. Internet y las redes sociales han mantenido viva la idea de que este pequeño pueblo fue en algún momento el país más pequeño del mundo, incluso por delante de San Marino o Mónaco. La historia es tan llamativa que, aunque falsa, sigue siendo repetida por medios y visitantes, contribuyendo a la identidad local de Goust.

Al final, lo que queda es una historia curiosa que mezcla realidad, ficción y un toque de nostalgia por un mundo más simple. Goust no es una república, pero sí representa el deseo de muchos pequeños lugares de ser algo más que un punto en el mapa, de construir una identidad propia y dejar huella en la historia.

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