Investigadores de Harvard señalan el sencillo gesto que debes hacer cada mañana para envejecer bien y con mejor salud: lo han estudiado durante más de 30 años
Aunque no existe una fórmula mágica, nuevos estudios sugieren que ciertos cambios cotidianos podrían marcar la diferencia en cómo envejecemos. En este caso, este hábito cada mañana podría tener un gran impacto

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Madrid - Publicado el
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Envejecer es una parte natural del ciclo vital que todos atravesamos con el paso del tiempo. No solo se manifiesta en aspectos externos como la aparición de arrugas o una menor vitalidad, sino que también conlleva cambios profundos en el funcionamiento del cuerpo, la mente y las emociones.
Se trata de un proceso integral que influye en la salud física, el equilibrio mental y la calidad de vida en general.
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Si bien es imposible frenar el avance del tiempo, entender cómo podemos favorecer un envejecimiento más sano resulta fundamental para mantenernos activos, vitales y con buena salud a lo largo de los años.
En esta línea, cada vez más investigaciones científicas se centran en identificar qué hábitos, alimentos y formas de vivir ayudan a conservar la energía física y mental durante más tiempo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos.
Un nuevo estudio realizado por expertos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y basado en el seguimiento de casi 50.000 mujeres durante 30 años, sugiere que una taza de café por la mañana podría tener beneficios más allá del impulso de energía habitual: también podría contribuir a mantener la agudeza mental, la fortaleza física y el bienestar general con el paso de los años.

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EL PAPEL DEL CAFÉ EN LA SALUD MENTAL Y FÍSICA A LARGO PLAZO
"Si bien estudios anteriores han vinculado el café con resultados de salud individuales, nuestro estudio es el primero en evaluar el impacto del café en múltiples aspectos del envejecimiento a lo largo de tres décadas", explica la doctora Sara Mahdavi, investigadora postdoctoral en la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan y profesora adjunta en el Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Toronto.
"Los hallazgos sugieren que el café con cafeína -no el té ni el descafeinado- podría contribuir de forma única a las trayectorias de envejecimiento que preservan tanto la función mental como la física", agrega.
"Además del amplio tamaño de la muestra y los 30 años de seguimiento, evaluamos diversos aspectos de la longevidad y el envejecimiento saludable, así como información muy completa sobre hábitos nutricionales y de estilo de vida, recopilada cada cuatro años tras el inicio del estudio", explica la investigadora.
El estudio analizó a 47.513 mujeres que formaban parte del Estudio de Salud de Enfermeras, recopilando información sobre su dieta y salud desde 1984. Para conocer su consumo de cafeína, los investigadores utilizaron cuestionarios validados de frecuencia alimentaria, que incluían bebidas como café, té, refrescos de cola y café descafeinado, principales fuentes de cafeína en la dieta.

El envejecimiento saludable se definió como vivir 70 años o más, estar libre de 11 enfermedades crónicas graves, mantener la función física, gozar de buena salud mental, no presentar deterioro cognitivo ni problemas de memoria.
UNA TAZA AL DÍA Y UN ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y PLENO
"Estos resultados, aunque preliminares, sugieren que pequeños hábitos constantes pueden contribuir a la salud a largo plazo", incide la doctora Mahdavi.
Apunta también que el consumo de café moderado "puede ofrecer ciertos beneficios protectores al combinarse con otros hábitos saludables como el ejercicio regular, una dieta saludable y evitar el tabaco".
Si bien es cierto que este estudio refuerza "la evidencia previa que sugiere que el consumo de café podría estar relacionado con un envejecimiento saludable, sus beneficios son relativamente modestos en comparación con el impacto de unos hábitos de vida saludables en general y justifican una mayor investigación".
Los investigadores señalan que, en general, consumir hasta dos tazas de café al día debería ser seguro y potencialmente beneficioso para la mayoría de las personas. Además, beber más puede ofrecer beneficios adicionales para algunos, pero no ser saludable para todo el mundo.