Un pediatra cuida a una niña terminal fuera de su horario laboral y lo que sucede cuando le descubren desata una oleada de indignación

Un médico pediatra del País Vasco ha sido amonestado por la Consejería de Sanidad por acudir, fuera de su horario laboral, al domicilio de una familia cuya hija de cuatro años recibía cuidados paliativos. El caso ha generado una fuerte controversia social y profesional tras difundirse en redes y medios. El facultativo, que actuaba por ética profesional y ante la ausencia de atención paliativa permanente, se encuentra actualmente de baja médica debido a las repercusiones emocionales del suceso.

La noticia ha sido comentada por Álvaro Gándara, exjefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Fundación Jiménez Díaz, en una entrevista en el programa TRECE Al Día. El doctor, recientemente jubilado, calificó la situación como "incomprensible" y puso de relieve las deficiencias del sistema de atención paliativa en España.

 “Este compañero llevaba 13 años siendo un héroe”  

El doctor Gándara explicó que el profesional amonestado llevaba más de una década realizando este tipo de atenciones fuera de su horario laboral. “Lleva 13 o 14 años haciendo lo mismo con todos los pacientes. No es nuevo. Le han pillado ahora, pero lo lleva haciendo desde hace tiempo”, afirmó. Según él, la llamada de atención no se produjo por una falta puntual, sino como parte de una actitud institucional que desconoce el valor del compromiso ético de los médicos.

El Gobierno Vasco, aunque ha negado que exista una sanción formal, reconoció que sí hubo una advertencia por utilizar material del hospital fuera de las condiciones estipuladas. Para Gándara, esto constituye una amnistía ética y profesional, especialmente en un ámbito como el de los cuidados paliativos, donde la carencia de recursos es una constante: “Los cuidados paliativos somos el pariente pobre de la sanidad española”.

El exjefe del servicio recalcó la entrega del pediatra, quien “iba al domicilio a altas horas de la madrugada, incluso los fines de semana”. A su juicio, este tipo de actuaciones debería ser respaldado, no cuestionado: “Esto se llama ética profesional, y es lo que esta gente no entiende”.

 “En España, el acceso a cuidados paliativos depende del código postal”  

La crítica de Gándara se extendió al conjunto del sistema sanitario español. Subrayó que, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Parlamento Europeo reconocen los cuidados paliativos como un derecho, en España solo se cubre este derecho en un 40%. “Entre 125.000 y 130.000 personas mueren al año sin acceso a cuidados paliativos, con un sufrimiento extremo que sería evitable”, denunció.

Uno de los principales problemas señalados es la desigualdad geográfica en el acceso a estos servicios. “Depende del código postal o del pueblo donde vivas si te atiende o no un equipo experto en cuidados paliativos”, explicó. Además, apuntó a la falta de reconocimiento profesional de la especialidad en España: “Los cuidados paliativos no son una especialidad médica reconocida. Llevamos peleando 40 años”.

Comparó también la situación de España con la del resto de Europa. “Hace 11 años estábamos en el puesto número 7 en desarrollo de cuidados paliativos. Hoy somos el 33. Se muere mejor en Georgia, pero peor que en Moldavia”, lamentó, en alusión a un informe del Parlamento Europeo.

La ley de eutanasia fue otro punto de crítica. “Han aprobado la ley de eutanasia, pero no una ley nacional de cuidados paliativos, y mucho menos con acompañamiento presupuestario”, señaló, calificando de “sinvergüenzas” a los responsables políticos por su falta de implicación.

Este caso, que ha levantado indignación en el colectivo médico y en redes sociales, pone de relieve las carencias estructurales del sistema español en materia de atención paliativa. Para Gándara, se trata de una cuestión de voluntad política y justicia sanitaria: “Lo que pedimos es tan sencillo como que haya cuidados paliativos las 24 horas del día”.