La vida Dolores Voltas, médico de Barcelona perteneciente al Opus Dei y pionera en el impulso de las asociaciones providas en España

Supernumeraria del Opus Dei, impulsó la primera asociación provida en 1976 en Barcelona, cuando el aborto aún era ilegal

Vida

Alfonso V. Carrascosa

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La endocrinóloga Dolores Voltas Baró, médico y vocal de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Barcelona, fue una pionera en las asociaciones provida españolas. Porque no hace falta saber latín para caer en la cuenta de que la sexualidad humana es biológica o científicamente binaria, ni para entender que la práctica del aborto elimina una vida humana, y se puede ser médico además de mujer del Opus Dei y militante próvida, como Dolores Voltás.

Dolores Voltas aparece referida en el libro ‘Las mil primeras’ como supernumeraria del Opus Dei. Ella impulsó la primera asociación provida en 1976, en Barcelona, cuando el aborto aún era ilegal. "Mujeres que abortan siempre las ha habido y, por desgracia, seguirá habiendo", declaró en una entrevista, en la que explicaba que "pretendíamos inculcar, empezando por los jóvenes, el valor y la gran dignidad que posee cada persona". 

 una visión humanista de la medicina y la protección de la dignidad de cada persona  

Fundó la Asociación Pro Respeto a la Vida de Barcelona el 3 de marzo de 1977, cuando todavía el aborto era ilegal en España. Esta mujer, médico, lo vio venir perfectamente, como luego san Juan Pablo II vería venir la ideología de género, sin base científica alguna. Poco después de esa fundación, del 18 a 20 de noviembre de 1977 se celebraron en Madrid las primeras “Jornadas Nacionales sobre Familia y Constitución”, donde se conocieron por primera vez médicos y profesores universitarios, hombres y mujeres de distintas ciudades, que tenían en común ser pro-familia y pro-vida.

Comprometida con la ética médica, la endocrinóloga Dolores Voltas Baró asumió en 1982 la Secretaría General de la Federación Española de Asociaciones Provida, logrando que la entidad tuviera estatus consultivo en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. Su legado en la bioética médica se refleja en su lucha por una visión humanista de la medicina y la protección de la dignidad de cada persona desde la concepción. fue Secretaria General de la Federación Española de Asociaciones Provida.

 Dolores Voltas y el uso de preservativos   

La Dra. Voltas, médico y vocal de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Barcelona, se dedicó en su momento a denunciar la falsa seguridad con la que se presentaba el uso del preservativo entre la gente joven, en coincidencia con información científica de la época, en 2002, cuando la Generalitat de Cataluña se planteaba instalar máquinas de preservativos en centros de secundaria, para chavales menores de edad, respondió con un artículo titulado ‘El preservativo, una mentira cruel’.

Los años han demostrado que insistir en el uso del preservativo no ha impedido que crezcan más y más las enfermedades de transmisión sexual, y también los embarazos no deseados. En 1987 nada menos que la “Food and Drug Administration” norteamericana realizó una investigación sobre la seguridad del preservativo como preventivo del SIDA, llegando a la conclusión siguiente: “El uso del preservativo no se relaciona de forma significativa con la protección contra el contagio”, y al año siguiente el propio Ministerio de Sanidad y Consumo de España, en su publicación “Boletín Epidemiológico Semanal”, nº 1.801, del 11 de julio de 1988, resumía  lo siguiente. 

“El uso adecuado de los preservativos en cada acto sexual puede reducir, pero no eliminar, el riesgo de la enfermedad de transmisión sexual”. Mientras tanto en Italia el ministro de Sanidad italiano, Donat Cattin (“La Vanguardia”, 6 de enero de 1989), se refería al mismo tema en una carta circular a 20 millones de familias italianas alertando de la inseguridad del preservativo, en los siguientes términos: “Campañas de todo tipo intentan persuadir que es perfectamente compatible prevenir la enfermedad y, al mismo tiempo, practicar estilos de vida arriesgados. La cosa no es así: Quien afirma, por ejemplo, la absoluta seguridad del preservativo, va contra el parecer de todos los expertos”. Del mismo modo en la campaña de información sobre el SIDA de los 90 en EEUU se advertía: “El profiláctico es hoy en día la única barrera en las relaciones sexuales con riesgo, pero una barrera con límites: de ahí lo absurda que resulta la tesis de que permite sin riesgo cualquier estilo de vida”.

Esta información, referida por la propia Dra. Voltas en sus artículos, la llevaba a afirmar que "los países europeos en los que se promocionaron campañas institucionales de información técnica sobre el uso del preservativo se dieron cuenta después de que se olvidaron del factor humano. No hablaron a los jóvenes de ternura ni de amor. No les explicaron la importancia de que cada uno, individualmente, sea escuchado, comprendido, acogido y amado, lo que ocasionó muchos fracasos, tanto sanitarios como psicológicos. Dar a entender que el uso del preservativo significa protección total frente al SIDA es una mentira cruel e interesada. Cruel porque provoca que nuestros jóvenes pongan en peligro sus vidas convencidos de que están seguros al 100%. Interesada porque es más fácil y da más dinero promover el uso del preservativo que educar en el uso responsable de la sexualidad. Habida cuenta de que los jóvenes son los protagonistas de su educación y comportamiento sexual, cabe confiar en que su propio criterio sabrá valorar adecuadamente esta iniciativa que se intenta promover, en la medida en que se esfuercen en la búsqueda del significado verdadero y humano de la sexualidad’.

Como dice el catedrático de historia Javier Paredes: "Para que luego en ambientes clericales pongan púlpito a teólogas desorejadas, que sostienen que las mujeres no han tenido protagonismo en la Iglesia católica".

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