El monasterio de Sijena, en Huesca, podría recuperar una las joyas del románico que robó un funcionario de Cataluña en la Guerra Civil

Aragón ha reclamado a la Generalitat de Cataluña y a su Museo Nacional de Arte la devolución de las pinturas del Monasterio de Sijena, consideradas una de las joyas del románico español, después de que el Tribunal Supremo haya ratificado la propiedad aragonesa de las pinturas murales.

El Alto Tribunal se pronunciaba así este miércoles, nueve años después de que un juzgado de Huesca confirmara que las pinturas románicas debían regresar al monasterio aragonés, después de que al inicio de la Guerra Civil el funcionario de la Generalitat catalana, José Gudiol, las arrancara en condiciones precarias.

Una vez pronunciada la justicia, la polémica está en el traslado del Museo Nacional de Arte de Cataluña a Sijena. El presidente del Gobierno aragonés, Jorge Azcón, que ha calificado de “histórica y justa” asegura que corresponde a Cataluña asumir los gastos de la devolución en un plazo de veinte días desde que la resolución del Supremo llegue al Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca, que enjuició el caso en 2016.

Por su parte el presidente de Cataluña, Salvador Illa, ha dicho que es una decisión que “debe respetarse”, pero ha añadido que lo que les preocupa es que “técnicamente se pueda garantizar que el cumplimiento de la sentencia no provoque un daño irreparable a estas pinturas”.

En esta línea, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha afirmado que espera la mejor cooperación institucional para “decidir, de forma compartida y conjunta, los pasos a dar, siempre para la protección de bienes patrimoniales”.

Cataluña asegura que el traslado de los murales es "una bomba de relojería" y aragón que el plan está elaborado 

Azcón sostiene que su Gobierno dispone de un plan elaborado por expertos para llevar a cabo el desmontaje, traslado y almacenamiento de las pinturas de Sijena, mientras la jefa del Área de Restauración y Conservación Preventiva del museo, Carme Ramells, ha advertido de que, por las características de las pinturas, su movimiento sería como activar “una bomba de relojería”, al poder quedar expuesta durante el desplazamiento a reacciones químicas que se pueden activar “cuando hay cambios de humedad relativa” o cuando “hay vibraciones, lo que ocurriría en caso de transporte”.

Azcón ha aseverado que el trabajo realizado por los equipos técnicos y jurídicos de la comunidad desde hace años y el acondicionamiento en el que el Ejecutivo autonómico ha invertido casi seis millones de euros hace posible que las pinturas murales puedan volver a Sijena "en perfectas condiciones ambientales y de seguridad".

El jefe de la Junta Aragonesa ha comunicado que los técnicos del Ejecutivo aragonés tienen "un plan para montaje, reparación y conservación de las pinturas murales, que podría ser revisado "para incrementar las medidas de seguridad y para que se pueda poner en marcha lo antes posible".

El trabajo en este plan se ha intensificado en los últimos meses, según ha comentado el jefe del Ejecutivo autonómico, que ha comentado que se han producido "reuniones y visitas técnicas" al monasterio para comprobar los avances.