El cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús vuelve a su tumba de mármol en la Basílica de la Anunciación de las Madres Carmelitas

Fue el pasado 11 de mayo cuando se decidió exponer al público el cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús. Desde entonces hasta este lunes, casi 100.000 fieles se han acercado a venerar los restos de la santa abulense, que han estado dentro de una urna de cristal durante estos 15 días, en Alba de Tormes. Ha sido este lunes cuando el sepulcro ha vuelto a ser sellado y, el cuerpo, se ha trasladado en una urna de plata del siglo XVIII.

Miles de fieles se han acercado a ver cómo procesionaba la santa por las calles de la ciudad, camino de su tumba de mármol en el Convento de la Anunciación de las Madres Carmelitas, que ocupa desde el año 1582, cuando falleció. A eso de las 11 de la mañana ha salido la comitiva formada por las propias madres carmelitas y por otros religiosos de la orden que han llegado desde todos los rincones de España, para participar en este momento único.

Hacía más de un siglo desde que se abrió por última vez el sepulcro de la santa, en 1914, esa fue la última vez que los fieles pudieron ver el cuerpo de Santa Teresa, aunque fue tan solo durante unas horas. En esta ocasión, fue el Papa Francisco el que autorizó el año pasado, la apertura del sepulcro para estudiar los restos de la santa.

los problemas de salud que tenía santa teresa

 Estos análisis han arrojado una serie de conclusiones sobre los últimos años de vida de la mística española. Se ha determinado que tenía muchos problemas óseos que le dificultarían enormemente la movilidad, también un problema en las vértebras que le habría provocado problemas de respiración y descanso, además de un desgaste en el cartílago de la rodilla que supondría una movilidad todavía peor.

A pesar de todo se sabe que Santa Teresa de Jesús no dejó de visitar conventos y monasterios, ni de moverse tratando de dar la mejor atención a las monjas. Lo hizo hasta prácticamente sus últimos quince días de vida.