Gotham, Hogwarts, la Tierra Media y la Atlántida: lugares imaginarios increíbles

Hay mapas que nunca se imprimieron, pero que todos hemos recorrido alguna vez. Lugares que no existen, pero que recordamos como si de una ciudad real se tratara. La Atlántida, hundida por la soberbia. Macondo, donde la lluvia dura años. R’lyeh, donde duerme algo que no debería despertar. La Tierra Media, tejida con palabras antiguas.

¿Por qué inventamos mundos? Es la pregunta a la que respondemos en 'La Noche de Adolfo Arjona', consultando la Enciclopedia Oculta de Guillermo Díaz, viajando por lugares imposibles.

El divulgador, escritor, apasionado de la historia, el cine, la literatura, los mitos, las leyendas... le cuenta a Arjona que hay tantos lugares que no existen porque, en su opinión, el mundo se nos queda pequeño. “Nos inventamos islas donde hay un tipo de habitante con un mismo rasgo, o un mundo fantástico que tiene claros conflictos que hemos tenido nosotros en nuestra historia, pero muy exagerados... se trata de hacer una exageración, una caricatura, de lo que somos nosotros, llevado a lugares donde lo que queremos destacar se desarrolle con mucha más facilidad”. “Cada mundo imaginado es una respuesta simbólica a una carencia de justicia, de sentido, de belleza, de consuelo, de paz”... lugares que responden “a la necesidad del ser humano de encontrar en un sitio que no existe todo aquello que añora o teme”.

LA ATLÁNTIDA DE PLATÓN

En ese repaso por lugares imaginarios, Adolfo Arjona le pregunta a Guillermo Díaz sobre si la Atlántida de Platón pudo basarse en algo real. La respuesta del experto es que “no existe, ni está sumergida en las costas de Cádiz ni en ningún lugar del océano”. Aclara que, en su opinión, Platón la utiliza para “compararla con la Atenas que él conoció y poner un reflejo ideal de un mundo perfecto y que acaba destruido por un castigo por la corrupción”. “Como es Platón y la idea es tan buena, hay muchas personas que han dedicado mucho tiempo a encontrar esa Atlántida, pero en mi opinión no existió”.

En el caso de los nazis, buscaron territorios muy curiosos, en el planeta Tierra, como Agartha, Shambalá e Hiperbórea, que fue “el que más buscaron, el mítico norte original de la raza aria”. “Fue un lugar añorado y buscado por los nazis, aunque tuvieron búsquedas más delirantes, como cuando fueron al Polo Norte a buscar la entrada a la Tierra Hueca, pensaban que la corteza terrestre albergaba en su interior otras civilizaciones”, asegura Guillermo Díaz consultando su Enciclopedia Oculta.

EL MUNDO DE 'EL SEÑOR DE LOS ANILLOS'

Sobre los mundos de la saga de 'El Señor de los Anillos', Guillermo Díaz asegura que J.R.R. Tolkien “no era tan buen literato como creador de cosmogonías, él crea un mundo completísimo”. “La Tierra Media de Tolkien tiene historia, lenguas, mitologías, geopolíticas, historia de cada raza... y todo eso empezó porque él creó un idioma y comenzó a pensar cómo serían los personajes que hablarían ese idioma”.

En ese repaso a mundos imaginarios, Díaz menciona la Cimmeria, la tierra natal de Conan; Melniboné, la patria de Elric, “un hechicero muy poderoso que no se sabe si es bueno o malo; o Hogwarts, la escuela de Harry Potter.

En todo caso, según Guillermo Díaz, “de todo lo que hemos dicho anteriormente, nadie creó un universo tan particular como Lovecraft, porque su universo se sitúa en lugares reales, pero introduce grietas donde se cuela lo incomprensible”. “Lovecraft inventa un mundo en el que nosotros somos una especie de anécdota, pero el mundo pertenece a unas criaturas mucho más antiguas y poderosas que ahora mismo están reposando, los primigenios”, añade.

BATMAN Y SUPERMAN

Arjona relata que “estas tierras imaginadas se hacen realidad en la literatura; en lo libros o en los cómics”. Sobre Gotham City, la ciudad de Batman, Raúl Shogun, divulgador del cómic y autor de '1001 Anécdotas del cómic (o casi)', cuenta en 'La Noche de Adolfo Arjona' que “inicialmente quisieron que fuera una Nueva York oscura, pero acabó mutando en Chicago porque sus autores se trasladaron a vivir allí y les resultaba mucho más fácil llevar a Gotham los edificios de Chicago”.

Metrópolis, la ciudad de Superman, luminosa y acristalada, sería la antagonista de Gotham. Según Shogun, aunque al pensar en Metrópolis nos venga a la cabeza Nueva York, “es una mezcla entre Cleveland y Toronto, ciudades donde vivían los propios autores”.