"El perdón de Sánchez se conjuga solo de una manera, con la dimisión, porque la democracia está en juego"

Señoras, señores, me alegro, buenos días. 

Aunque lo interesante fue ayer, tal y como se podía prever desde primera hora de la mañana, estábamos ante el momento en el que se descorría la cortina de una trama criminal, de la empresa financiera del sanchismo.

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Estamos ante unas revelaciones de un informe de la UCO, que comprometen seriamente el régimen al que estamos sometidos, el régimen democrático, que no obstante está en peligro, después de haber conocido que se llevaban las mordidas de diferentes comisiones y diferentes obras que, desde la administración, se apañaban, para que los tres miembros de los cuatro que forman la banda del Peugeot se enriquecieran ilícitamente. El cuarto se llevaba el beneficio político. Pero robar, robaron hasta las primarias del partido.

 Después de eso apareció Sánchez haciéndose la víctima. Aquí no hay elecciones y aquí no hay nada. Cuando ocurre algo como lo que ocurrió ayer y se conocen detalles como se conocieron ayer, el líder de esa formación debe marcharse y no ser candidato. Eso, si tiene vergüenza, pero este pendejo no la tiene. 

No es que deba organizar elecciones, es que debe irse por haber elegido a los dos secretarios generales de organización que estaban en esta trama, por haber presidido una administración en la que se produjeron estos delitos. Porque esas mordidas no se podrían haber producido si desde dentro de la administración no hubiera habido complicidades. Por haber presidido un partido en el que se creó una trama de cloacas.

O es un inútil o es un cómplice y somos muchos los que nos inclinamos por lo segundo. El perdón que pidió Sánchez se conjuga solo de una manera, con la dimisión porque la democracia está en juego. No puede seguir siendo presidente del gobierno un tío que tiene dos casos de guerra sucia en su administración. 

¿Qué es eso de que no se enteraba de nada? Y los socios de Sánchez, ¿no tienen nada qué decir? Temen perder parte de su negocio, no harán nada. Estamos ante un despojo que no sabemos cuánto tiempo puede aguantar, pero sí sabemos que la regeneración que prometió el sanchismo era tan falsa como sus disculpas de ayer. 

El espectáculo que hemos visto, protagonizado por Sánchez y sus socios es la ocupación obscena del poder al servicio de cualquier interés, menos el general de los españoles. Bienvenidos al primer día de la agonía, el primer día de un gobierno zombie, que ya está muerto, pero necesita su tiempo para poderlo asimilar. 

Por ahora, hasta aquí ha llegado la marea, pero todos sabemos que van a salir muchas más cosas.  Ayer colapsó una legislatura que nunca debió arrancar. Y probablemente colapsó también la carrera política de Sánchez. 

Porque lo que cuenta el informe de la UCO es que desde el primer momento de su llegada a la cúspide del partido, en el PSOE de Sánchez se creó una organización criminal para robar dinero a través de comisiones por adjudicaciones de obra.