La salud mental empieza en el intestino: el “segundo cerebro” que condiciona cómo nos sentimos

Carlota Olaizola, especialista en medicina natural, advierte en COPE Euskadi que trastornos como la ansiedad o el insomnio pueden tener un origen digestivo

El intestino y el cerebro tienen una relación mucho más estrecha de lo que podría pensarse
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Intestino y cerebro, una relación mucho más estrecha de lo que crees

Susana Marqués Iruarrizaga

Vitoria - Publicado el

2 min lectura

¿Y si muchos trastornos mentales comenzaran en el intestino? Esa pregunta tan provocadora es la que abre el espacio semanal "Semillas de salud" conducido en COPE Euskadi por la experta en medicina natural Carlota Olaizola. La especialista profundiza en cómo el equilibrio digestivo afecta de forma directa a nuestro estado de ánimo, e incluso a trastornos más graves como la depresión, el autismo o la esquizofrenia. “El intestino tiene su propio sistema nervioso, con más de 100 millones de neuronas. Por eso se le llama el segundo cerebro”, señala Olaizola. 

“El intestino tiene su propio sistema nervioso, con más de 100 millones de neuronas. Por eso se le llama el segundo cerebro”

Microbiota: billones de bacterias con poder sobre el ánimo  

La clave está en la microbiota intestinal: un ecosistema de bacterias que no solo ayuda a digerir los alimentos, sino que fabrica neurotransmisores esenciales como la serotonina, la dopamina o el GABA, todos ellos fundamentales para el equilibrio emocional. “Cuando comemos mal, tenemos mucho estrés o tomamos muchos antibióticos, se altera nuestra microbiota. Y eso afecta a cómo nos sentimos, incluso puede generar ansiedad o depresión”, explica la experta. 

Inflamación crónica: el enemigo silencioso  

La inflamación crónica, derivada del estilo de vida actual —mala alimentación, estrés, falta de descanso—, es otro factor decisivo. Según Olaizola, cada vez hay más estudios que relacionan este tipo de inflamación con trastornos mentales de gran complejidad. “Incluso la esquizofrenia y los deseos suicidas pueden tener un componente inflamatorio intestinal altísimo”, asegura. 

Algunos estudios relacionan la inflamación crónica y los trastornos mentales

Algunos estudios relacionan la inflamación crónica y los trastornos mentales

Nuevas terapias: dieta, probióticos y trasplantes fecales  

Para mejorar la salud mental desde el intestino, la medicina natural propone enfoques preventivos y terapéuticos como una dieta antiinflamatoria, el uso de probióticos o, en casos muy específicos, los trasplantes de microbiota fecal. “Si se trata a tiempo, incluso los síntomas del autismo pueden mejorar mucho. Hay investigaciones muy prometedoras en Rusia y Reino Unido”, destaca Olaizola. 

Un enfoque integrador de la salud  

El mensaje de Carlota Olaizola es claro: es necesario repensar el enfoque tradicional de la salud mental. “Somos lo que comemos”, afirma, y más aún, “funcionamos según lo que comemos”. De ahí la importancia de cuidar el intestino si queremos cuidar también la mente.  

“Trastornos considerados solo mentales ahora se están enfocando como enfermedades sistémicas con un claro origen digestivo”

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