Badajoz sigue esperando el soterramiento de la BA-20
El Ayuntamiento asegura que sigue avanzando en los estudios, dos años después de la elección de Gragera como alcalde

Badajoz - Publicado el
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Un proyecto “realista y ambicioso”. Así definía Ignacio Gragera, alcalde de Badajoz, el soterramiento de parte de la BA-20, conocida popularmente como la “autopista” de la ciudad. Fue el buque insignia de su programa electoral, con el que llegó al cargo hace ahora dos años.
Sin embargo, y tras haber transcurrido ya la mitad de la legislatura, poco se sabe del plan, concebido desde el principio como un reto complejo. En parte, esto se debe a que la vía, en cuestión, es de titularidad estatal, lo que implica que cualquier intervención requiere el visto bueno del Gobierno central.

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A comienzos de 2024, y tras varios intercambios de correspondencia con el Ministerio de Transportes, se celebró una reunión a la que asistió el alcalde pacense y el director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández. En ella, el ministerio aclaró que no asumiría en solitario la financiación del proyecto.
Aun así, lo cierto es que desde el consistorio, en campaña, ya se había contemplado la posibilidad de llevarlo adelante con fondos propios si fuera necesario. El requisito indispensable para ello, se basa en obtener la titularidad de la vía. En la ciudad hay varios ejemplos similares, aunque no de tal envergadura.

Ignacio Gragera
Tras esa negativa, el alcalde expresó su intención de explorar distintas vías de colaboración. La inversión estimada oscila entre los 15 y los 20 millones de euros. Como parte del proceso, se anunció la realización de estudios sobre el impacto acústico y medioambiental en la zona, con el fin de justificar la necesidad de la actuación.
Un año después, desde el Ayuntamiento confirman a COPE que “se sigue trabajando en los estudios y en la elaboración de los informes necesarios”.
proyecto
La idea del soterramiento no es nueva. Fue planteada ya por el exalcalde Miguel Celdrán, y busca acabar con la brecha urbana que divide la ciudad. El plan contempla soterrar un tramo de unos 850 metros, desde la cabecera del Puente de la Universidad hasta el cruce de las avenidas María Auxiliadora y Miguel Celdrán.
La actuación implicaría enterrar cuatro carriles de tráfico de unos 15 metros de ancho, sobre los que se construiría una plataforma verde de aproximadamente 20 metros. El diseño incluiría un carril bici, zonas ajardinadas y la creación de una gran alameda urbana, pensada como espacio de encuentro para vecinos y paso natural entre barrios. Además, se mantendrían los carriles auxiliares para el tráfico local