El secreto mejor guardado de un tesoro marroquí que un vecino de Pórtugos se llevó a la tumba: ha pasado de generación en generación en España
Entre las montañas de esta zona circula desde hace generaciones la leyenda de un tesoro escondido. Una historia con raíces moriscas que surgió después de la rebelión de las Alpujarras contra la Corona

Imagen de recurso de la Alpujarra
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Durante siglos, las relaciones entre España y Marruecos estuvieron marcadas por intensos intercambios culturales, pero también muchos conflictos. Tras la caída del Reino de Granada en 1492, muchos musulmanes fueron obligados a convertirse al cristianismo o a abandonar la península.
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Ante la inminente expulsión, algunas familias ocultaron sus pertenencias más valiosas, temiendo que les fueran confiscadas. Se dice que esos tesoros, enterrados en huertas, casas o cuevas, siguen aún escondidos en tierras como las del sur de Granada, esperando a ser encontrados.
Tesoros que, mas allá de ser monedas o joyas, también podían ser objetos cotidianos con un gran valor simbólico, desde vasijas y telas hasta manuscritos o herramientas. Precisamente es en lugares como el Valle de Lecrín, donde la presencia morisca fue especialmente fuere, todavía sobreviven leyendas, y que todavía no han encontrado.
un tesoro morisco en paradero desconocido
Al parecer, tal y como recoge el Ideal de Granada, este tesoro fue escondido por Aben Jauhar, tío y general de Aben Humeya, líder de la rebelión de las Alpujarras contra la Corona española. Según recoge, y tal y como cuentan las leyendas, por la sierra de Pórtugos está enterrado el 'tesoro del moro', un arcón de hierro repleto de oro y piedras preciosas.

Batalla Recreación Histórica Paz de las Alpujarras Padules 1570
De hecho, han sido muchos los que han intentado dar con él. Al parecer, Aben Jauhar escondió todos su tesoros, así como los de conocidos suyos, porque no terminaba de confiar en su sobrino.
Sin embargo, pese a todos los intentos de muchos vecinos por dar con este tesoro, todos han sido en vano. El citado medio recoge la historia de José Ruiz, un vecino de Pórtugos, quien estaba convencido de que podría encontrar aquel tesoro. Al parecer, fue su padre quien le dio la ubicación en la que tenía que trabajar.
De hecho, ya su padre y otros vecinos del municipio intentaron dar con él. De hecho, en una zona cerca de Trevélez, perteneciente al municipio de Pórtugos, dieron con una gran grieta con escalones. Sin embargo, al día siguiente se sorprendieron al descubrir que un peñón se había desprendido y había tapado por completo esta grieta.

Imagen de recurso
¿DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN?
Algunos días después, la hermana de José acudió a una pitonisa en Granada capital. Parece ser que la vidente le describió con gran precisión todo lo que había en aquel paraje, e incluso le aseguró que allí se encontraba un arcón de hierro repleto de oro y objetos de gran valor. Sin embargo, y con el paso del tiempo, la búsqueda parecía complicarse, ya no solo por su edad, sino también por la falta de recursos económicos, que ya comenzaban a ser obstáculos para él.
Aun así, siempre expresó su deseo de que alguien retomara su labor, esta vez con tecnología moderna que pudiera ayudar, por fin, a dar con el legendario 'tesoro del moro'.
Se cuenta que Aben Jauhar, el tío, falleció víctima de un enorme dolor en el hígado, así como también se dice que mandó excavar varios metros bajo tierra, en su otra residencia, cerca del pueblo de Atalbéitar, para esconder las riquezas moriscas, anticipándose a los tiempos convulsos que se avecinaban. Eso lleva a pensar que, posiblemente, ese arcón lleno de tesoros fuera pasando de mano en mano, guardado con celo a lo largo de muchas generaciones, hasta que el secreto terminó llegando a esta familia de Pórtugos.